sábado, 10 de noviembre de 2012

¿Son las instituciones académicas las principales instigadoras del miedo a coger un libro por placer?

CASTELLANO
La siguiente entrada versará sobre un fenómeno relativamente dramático: la falta de afición por la lectura. Naturalmente, todos los que escribimos en este blog: tanto lectores como autores; hemos tenido la suerte de ir a la escuela y poder concienciarnos de lo maravilloso que resulta amar la lectura. En un principio, todo el mundo puede establecer una relación lógica entre ir al colegio y, cuanto menos, apreciar mínimamente alguno de los muchos géneros literarios existentes. Pues bien, nada más lejos de la realidad. La experiencia me ha demostrado con una claridad abrumadora, que las instituciones académicas son las principales "productoras" de indiferencia por la lectura. Es decir, desde muy pequeños, nos bombardean con libros absurdos: con unas tramas que nos suscitan el mismo interés que programas como "Mujeres hombres y viceversa",  con unas secuencias narrativas alarmantemente alejadas de nuestras necesidades lúdicas y cognitivas. En conjunto, atentados flagrantes contra el fascinante hábito de leer. 
La justificación a éste ametrallamiento de obras literarias residuales la encontramos en los archiconocidos "Planes de estudio", estos panfletos más propios del demonio que de un claustro de profesores (sin ánimos de establecer ningún paralelismo), son los principales causantes de la poca importancia atribuida a la lectura por parte de los jóvenes y, en líneas generales, de la sociedad española a largo plazo.
Llegados a éste punto, aseverar que no sería justo culpar únicamente a la escuela del déficit neuronal que acusan muchos de nuestros jóvenes. Tampoco sería lícito arrojarle toda la responsabilidad a los colegios de la falta de cultura lectora que hay en éste país, ya que al fin y al cabo sería mucho más acusada con la inexistencia de estas instituciones docentes. En definitiva, las estadísticas nos demuestran la gravedad del asunto: somos uno de los países con peores resultados académicos, nuestra sociedad sigue viendo a los libros como un enemigo implacable; diseñados con el único propósito de destruir los momentos de ocio. Por último,  y como ya es habitual, os pido encarecidamente que dejéis patente vuestra opinión sobre como influye: el colegio, el instituto o la universidad. En la formación de futuros lectores.

ENGLISH
The next post will be on a relatively dramatic: the lack of love for reading. Naturally, everyone who wrote on this blog: both readers and authors, we have been fortunate to go to school and to us aware of how wonderful it is to love reading. Initially, everyone can establish a logical relationship between going to school and, at best, minimally appreciate one of the many existing genres. Well, nothing is further from reality. Experience has shown me with overwhelming clarity that academic institutions are the main "production" of indifference for reading. That is, from very small, we are bombarded with absurd books: with a frame that we raise the same interest as programs like "Women men and vice versa," with a narrative sequences alarmingly away from our games and cognitive needs. Overall, blatant attacks against the habit of reading.
The justification for this waste strafing of literary archiconocidos is found in the "Curriculum", these pamphlets more typical of a demon that faculty (without intention of establishing any parallel), are the main causes of the low importance attached reading by young people, in general, of Spanish society.
At this point, asserting that it would not be fair to blame only schoolwide neuronal deficit accusing many of our youth. Nor legitimately throw all the responsibility to schools for the lack of reading culture that exists in this country since the end of the day would be much more pronounced in the absence of these educational institutions. In short, the statistics show the seriousness of the matter: we are one of the countries with the worst academic results, our society continues to view the books as an implacable enemy, designed for the sole purpose of destroying the leisure moments. Finally and as usual, I urge you to let your opinion on how patent influences: school, high school or college. In the training of future readers.

7 comentarios:

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  2. A mi personalmente la escuela (hice hasta dos años de instituto) no me influyo o animo para leer, de hecho en el colegio e instituto todo libro era para mi un enemigo y los profesores no hacían nada por corregir o ayudar en eso. No fue hasta que mi hermano mayor me trajo en la adolescencia libros de fantasía y terror cuando me empezó a entrar el gusanillo por la lectura. En definitiva, no se como estará ahora pero cuando yo iba (hace más de 18 años)era una mierda.

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  3. En éste terreno estamos de acuerdo. Bueno, casi siempre concordamos, excepto en lo que ya sabemos. Por cierto, aquí encontraras una oposición nacionalista fuerte y decidida; tengo ganas de verte debatir. PD: Espero que te haya gustado la entrada.

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  4. Siempre es interesante hablar de literatura, aunque sea de lo más que está la cosa en los jóvenes.

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  5. Yo si fuera tu lo llamaría independentismo y no nacionalismo, el nacionalismo siempre es malo, el independentismo no siempre jeje.

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  6. Doncs jo no veig arguments per dir que el nacionalisme es "sempre" dolent. Potser en casos puntuals ho puga ser, però el nacionalisme es el que manté vives moltíssimes cultures oprimides al voltant del mon. Euskal-Herria, Galiza o els Països Catalans, sense anar mes lluny, defensen les seues pròpies cultures gràcies a aquest mecanisme d'identitat. Si no et serveixen aquests exemples perquè són massa propers podem anar-se'n a Palestina, on el nacionalisme (en aquest cas més religiós que purament cultural) és motiu de resistència contra el feixisme d'Israel

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    1. ¿O sea que si no fueran nacionalistas no defenderían la cultura de su país?, absurdo, yo no soy nacionalista,pero eso no me quita para que si se intenta anular una cultura ya sea pacifica (influyendo poco a poco) o por la fuerza sea el primero en defenderla. Desde luego los que "defienden" la cultura de su pueblo intentando separar y hacer distinciones por el nacionalismo flaco favor hacen.

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